viernes, 18 de junio de 2010

Dahud

La lluvia torrencial me ensordece los sentidos,la luna esta cubierta con un manto aterciopelado. La ejecución de Akxa como una vulgar hereje caía en mi como una losa. Es inútil seguir huyendo hacia Novara,ellos nos encontrarían. El sueño de la traición golpea mi espíritu, ratas, sólo ratas en la oscuridad de la celda antes de la ejecución. Cascos de caballos, jinetes oscuros nos están acechando,desenvaino la espada, aprieto hacia mí a la niña, un sudor recorre mi espalda, estoy listo, me inclino hacia delante, susurro a mi corcel, me mira ,sus ojos delatan su miedo, tranquilo,sereno le indico. El medallón rojo arde en mi piel. Cuervos,hay cuervos, oigo el relinchar de cinco ó seis caballos,la sangre me corre deprisa,más cuervos. De pronto me estoy rodeado, seis jinetes encapuchados alzan las manos,me aferro a la espada,a la fuerza de mi zaino. Me preparo para el ataque, una voz mueve las nubes,un trueno estremecedor, un relámpago fulminante cae delante del jinete más adelantado, su caballo se desboca cae al suelo,los demás caballos relinchan haciendo cabriolas.¿La Diosa?Otro grito,otro rayo,silencio,mi respiración esta agitada,aún con la espada en alto. Los jinetes calman a sus caballos, una bandada de cuervos se acerca,ahí esta ella, golpea a un jinete, con un movimiento rápido se sitúa a mi lado.” Toma el camino hacia el lago,yo me dirigiré a Zemlya, buscaré al resto,en los fuegos de Beltaine nos reuniremos,rápido mi conjuro no tardará mucho en disiparse,yo me ocupo de ellos”.

La luna nueva siempre indica un comienzo- dijo Eolas-hoy aprenderás algo sobre la luna del frío.

Dee, le miró perplejo,aunque corría sangre pura en su interior nunca había comprendido las enseñanzas de aquel viejo encorvado.

Mañana le diré que será mejor vivir en Zemlya o Novara,antes de ir de un lado a otro buscando....,mierda! Hace tanto tiempo que marchamos del lago que ya no sé qué buscamos. Tendría cinco años cuando se prendió la ciudad,todo ardía sólo recuerdo gritos,humo y yo en mitad de una calle. Sentí que me agarraban del camisón roído, era Eolas, me montó en su caballo, supongo que me desmayé lo siguiente que recuerdo es la montaña y gente hablando en una lengua extraña.

Vamos holgazan!Mira al norte son cuervos!-exclamó Eolas.

Miré al norte y vi docenas de cuervos que se dirigían a nosotros. Ensillé los caballos,recogí todo y di gracias a la tierra por el cobijo de la noche,los cuervos eran Dahud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario